VICTIMAS INVISIBILIZADAS… ¿DÓNDE ESTÁN?

 Por: Yuritzi Aguilar García

El pasado viernes 1 de septiembre se registró la desaparición masiva de siete personas que fueron privadas de su libertad por un grupo de hombres armados que portaban vestimenta de la Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE), dicho grupo irrumpió un centro de rehabilitación en Acapulco, Guerrero, una de las entidades del país en donde el crimen organizado hace de las suyas con total impunidad.

Se trata de tres jóvenes de 15 años, Julio Pérez, Erik Calixto Chávez y Andrés Gabriel Delgado además de que cuatro personas más, que eran activistas LGBTTTIQ+, fueron llamados para que ayudaran en la búsqueda de los adolescentes, pero al llegar al lugar también fueron secuestrados; Se trata de Jesús Arroyo Venegas, Brian Josué Vargas Hernández, María Perla Guzmán y Moisés Tomás Juárez Abarca, este último director de la Diversidad Sexual de un partido político del estado de Guerrero.

Después de lo sucedido, el encargado del centro se puso en contacto de manera inmediata con los familiares de los siete desaparecidos para informarles lo sucedido y les dijo que ellos debían buscarlos. Al mismo tiempo, la Fiscalía General del Estado desmintió que la institución fuera participe de dicho acto, además de que negó haber ordenado el operativo en el centro de rehabilitación y asimismo, se sumó (de manera deficiente) a la búsqueda para localizar con vida a las siete personas desaparecidas.

A pesar de las protestas por parte de activistas, organizaciones en pro de la comunidad LGBTTTIQ+, de familiares y de las más de cincuenta personas que se solidarizaron y salieron a alzar la voz en los últimos días, tanto autoridades como familiares siguen sin tener rastro del paradero de las siete personas desaparecidas.

La desaparición de personas lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transgéneros, transexuales, intersexuales, queer y demás expresiones e identidades de género no binarias, y el posible crimen de odio, es registrada por activistas del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTTTIQ+ en México desde 2019, cuando notaron un incremento de la violencia y la invisibilización de esta problemática.

Las organizaciones destacan que las mujeres trans tienen más reportes por agresiones y desaparición, le sigue la comunidad gay y lésbica, pero en ocasiones este enfoque diferenciado no se menciona o se desconoce al momento de la denuncia mientras que los datos sobre otras disidencias son escasos.

El registro del Centro de Apoyo a las Identidades Trans (CAIT) reporta que por cada caso de desaparición visible hay tres que no son tomados en cuenta. De diciembre de 2010 a septiembre de 2022 se identificaron 124 personas pertenecientes a la diversidad sexual y de género como desaparecidas: 65 continúan con ese estatus, mientras que 33 fueron localizadas con vida y 26 muertas.

En mayo de 2023, el observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTTTIQ+ en México dio a conocer la Guía para el registro y seguimiento sobre desaparición de personas LGBTTTI+, la cual fue elaborada por Marta Laura Carranza, con el fin de apoyar a la búsqueda y localización de personas con un enfoque que incluye las orientaciones, expresiones e identidades de género.

Sin embargo, las desapariciones forzadas en México, en lugar de disminuir, se han incrementado y son un grave problema que sigue afectando a las familias de las víctimas y a todos en general, sobre todo a aquellos que tanto autoridades como sociedad sigue invisibilizando (como es el caso de pertenecientes de la comunidad LGBTTTIQ+) dejándonos así en el abandono institucional porque no hay una estadística que registre la magnitud del problema.

En Guerrero, en el mes de agosto hubo aproximadamente 53 personas reportadas como desaparecidas ante la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP) de las cuales solo se localizaron 16, lamentablemente no todas con vida y sin conocimiento de su orientación o identidad de género de estas.

Representantes de distintos colectivos han declarado que las cifras oficiales del CEBP son irreales debido a que muchas familias de víctimas no presentan denuncia por temor a las represalias o por desconfianza a las mismas autoridades.

 

Han pasado casi dos semanas de la desaparición forzada de las siete personas de Acapulco y se sigue sin tener rastro o pista de su posible paradero, de si se encuentran con vida o simplemente si se encuentran todavía en alguna parte de Guerrero. Las autoridades a duras penas y con la venda en los ojos aún, hacen un “intento” por buscarlos, pero se queda en eso…un intento; los medios de comunicación no abordan el tema y si lo hacen, es con información no exacta o inconclusa pues olvidan mencionar que cuatro de los siete son pertenecientes de la diversidad sexual y de género, mientras que otros medios simplemente se hacen de la vista gorda y no tocan el tema por miedo a quemarse. Los familiares y amigos de las victimas salen y gritan con una digna rabia por el esclarecimiento de los hechos y por la localización con vida de sus siete desaparecidos.

Han pasado 12 días en donde la pregunta es la misma: ¿Dónde están?

Fotografía extraída de NOTICIAS SIN. Activistas y familiares protestan por desaparición de 7 personas en Acapulco (noticiassin.com)